Escuela Luis Uribe Orrego de Tierra Amarilla participó en congreso nacional “Educando desde la Identidad, reaprendiendo entre todas y todos” de Mineduc.

La Escuela Luis Uribe Orrego participó en el congreso nacional “Educando desde la Identidad, reaprendiendo entre todas y todos” organizado por la red de convivencia de Bio-Bio del Ministerio de Educación, que tuvo más de 1500 participantes del país y se desarrolló en el marco de la Política Nacional de Convivencia Escolar.

La Seremi de Educación, Silvia Álvarez Matthews, precisó que el establecimiento fue invitado luego de participar, en septiembre pasado, en las jornadas comunales “Convivencia Escolar en el contexto actual y su vinculación con la Política Nacional de Convivencia Escolar” instancias de reflexión en la cual se presentaron significativos relatos que nacen en las comunidades educativas en el actual contexto sanitario.

“En una de esas jornadas el relato “Un desafío…. Literario?”, realizado por el profesor de Lenguaje, Alejandro Hurtado, presentó un desafío que conlleva un aprendizaje mucho más allá de lo literario, es reinventarse y fortalecer sus proyectos formativos, una experiencia que muestra no solo como él enseña, sino más bien como aprendió este año, ya que como señaló, este año todos nosotros aprendimos, ya que nos vimos enfrentados a muchos desafíos”, precisó la autoridad regional.

El docente, durante el relato, explicó que la iniciativa nace de su preocupación por fomentar la lectura, y en una clase virtual el alumno de  7º Ignacio Arredondo lo desafía a escribir un cuento, tomo el reto y escribe “La Vieja Casa de Ferrocarril”, cuento de terror que se desarrolla en la casa en ruinas frente a la escuela, con los estudiantes como protagonistas. “Los niños no solamente me desafiaron a escribir un cuento, me regalaron una metodología que pretendo seguir utilizando, ya que la literatura de los grandes autores es interesante, pero quizás los estudiantes de nuestra escuela nunca los lean, probablemente vean sus películas, pero no hay una significación, como leerse a sí mismo, leer a sus compañeros, sus calles, su escuela, su comuna, entonces yo quise que los niños pasaran de ser consumidores de una cultura objeto de los bestseller que estaban en las mejores librerías pero también a los mejores precios, a experimentar una cultura sujeto”.

Señala el profesor que los niños reconocieron en el relato “sus propios objetos culturales, me empezaron a enviar fotos de ellos en la casa, dejó de ser una ruina y se convirtió en algo que valoraban, el espacio pasó a ser un objeto cultural en el cual se involucró incluso a las familias completas se sacaban fotos en el lugar y me las enviaban, se reconocieron en la lectura al saberse sujetos culturales, empezaron a escribir cuentos que yo no pedí, historias de pirquineros, mineros parte de la identidad de nuestra zona. La importancia de la cultura sujeto y la diferencia, radica en que en la cultura sujeto nosotros estamos, es ella quien nos contiene, porque nosotros somos cultura, los niños son cultura, si no vemos a los niños como productores de cultura en sí mismos, los vemos como los nadies, como en el poema Los “Nadies” de Eduardo Galeano” citando el poema que emocionó a toda la audiencia conectada al congreso virtual.